Convocados para este lunes 5, a reunión preliminar de negociación de nuevo ERE, constatamos, como preveíamos, que van a cargar, otra vez, sobre nuestras nóminas, el escaso resultado que, vía oscura gestión, pueda dar este banco en el futuro inmediato.
Volverán los sindicatos de siempre a apelar al miedo y a salir, después, y previa movilización de baja intensidad, cual salvadores de la Patria, a llamar ERTE (término que no existe, que lo sepamos, porque el único término legal es ERE), salvo que se refieran a que, aquí, son “ERTE-RNOS”, esto es, que no acaban nunca. Ni siquiera cuando, como ahora, tienen cada vez más difícil justificación. Salvo que la explicación sea realmente creíble, lo que puede venir ahora es como si, un viandante, caminando en paralelo, te pide que le firmes un papel que le dé derecho a meterte la mano en el bolsillo sin sacarla y, además, no durante un rato, o durante mucho rato, sino para siempre. Para siempre jamás. Pues eso, como que difícil de asumir.
Porque, aquí, la transfusión donante de esta injustamente desangrada plantilla es continua, diaria y eterna: Ora para que cobren los accionistas (que algunos permiten y otros alientan este látigo diario), ora para… ¿barrerle bien el patio al que haya pedido encontrarlo limpio?… o para lo que sea. El caso es que, siempre, paga la misma parte: los y las currantes.
Así que allá iremos para volver a defender, sin más bandera ni atadura, ya lo sabes, a la plantilla con origen Caja Cantabria, esté ayer u hoy en Cantabria o fuera. Porque Cantabria y la gente que sirve a la entidad desde la época de Caja Cantabria, tenemos que sonar con voz propia en Madrid y porque acudimos con la libertad de que sólo nos debemos a tí. Y, por eso, aquí nos tienes. Como siempre.
Sabemos que vamos junt@s.
Ánimo y lucha.
TUS COMPAÑERAS Y COMPAÑEROS DE APECASYC.