La huelga ha sido un éxito y lo ha sido a lo largo y ancho del territorio de Cantabria.
Desde primera hora recorrimos las comarcas de toda Cantabria para pulsar, como es natural, el estado de las cosas en un día tan señalado.
Pues bien: de Castro a Liébana y de Reinosa a la costa, el cierre y los paros han sido prácticamente totales.
Todas vosotras y vosotros habéis actuado en absoluta libertad y ejercido mayoritariamente vuestro derecho a la huelga, el mismo derecho que hemos ejercitado todas y todos los delegados de APECASYC, que hemos desarrollado nuestra labor en estado de huelga, sin hacer uso del crédito horario que nos corresponde por ley, sino palmando, como cada cual, el día no trabajado. Decimos ésto, porque no todas las organizaciones, desgraciadamente, pueden afirmar lo mismo. En APECASYC siempre tuvimos vocación de ser distintos, y nos hemos autoimpuesto, ser distintos pero en mejor. También por eso podemos poner en valor que, el respeto a la libertad individual, nos ha llevado, una vez más, a ser el grupo más respetuoso con la decisión de cada cual y, en ningún caso, hemos presionado a nadie para que cambiase su decisión respecto a la huelga. Tan compañeros somos antes, como durante, como después de esta jornada histórica. ¡Faltaría más!.
Ha sido una huelga histórica que se produce en un momento muy significativo, con una dilatada negociación que continúa desarrollándose y que, es de esperar, se resuelva con prontitud.
Mira, amigo o amiga, no es el momento de señalar las idas y vueltas de cada uno, el seguimiento cerril e impuesto por federaciones y confederaciones de fuera del banco de sus liturgias, sus tempos, sus exhibiciones de colorines, etc… Lo aparcamos de momento, pero sólo hasta que sea oportuno: lo mismo que tenemos que estar para hacer lo que nadie hace, -como poner sobre el tapete de aquella mesa los nombres que dentro del aparato de LBK, con cargo incluido, están ya más para moverse por un zoológico que para llevar equipos de personas–, tendremos que estar para desenmascarar de qué van ciertas parafernalias sindicales. Pero eso ahora, no toca.
Lo que sí que toca es percibir con nitidez el mensaje que nos ha enviado la plantilla en el día de huelga: no nos vale cualquier acuerdo. La mesa está exigida a suscribir un acuerdo con condiciones completamente distintas contra las que hemos protestado masivamente en la huelga. Si, a las primeras de cambio, nos tiramos en plancha y bajamos los brazos entregándonos a destiempo o desconvocamos futuras medidas de presión, estaremos confirmando sospechas que, ahora nos reservamos, pero después, que no se nos olvide, denunciaremos.
Y es que, amigas y amigos, nada impide, en la muy positiva circunstancia actual del banco, que el acuerdo sea el mejor del sector. Porque se trata de un ERE motivado por un proceso de fusión por absorción, que genera un excedente millonario en forma de badwill negativo, con el que es posible reducir plantilla compensándola más que adecuadamente. Con lo que haga falta.
Y, sobre todo, de este ERE, debe salir beneficiada la plantilla que se queda en Unicaja, la que mayoritariamente ha parado el viernes y que nos exige a sus sindicatos, máxime en un momento tan favorable para ello, salir necesariamente bien parada de cara al futuro más inmediato y antes de que, los de siempre, nos vengan con un nuevo ERE. Que no tardarán.
Así que, enhorabuena a tod@s y gracias, Cantabria, por la participación y el apoyo. Gracias también por la exigencia que eso supone, porque obliga a toda la mesa a no defraudarte. Y eso no debemos olvidarlo.
Ánimo y a por la próxima semana que, seguramente, será definitiva.
Un abrazo.
Tus compañeras y compañeros de APECASYC.