Lo han vuelto a hacer. Ya no puede ser descuido ni nada. Men-ti-ra.
Y lo han hecho, además, al contrario de lo que pasa en toda negociación donde nos quieren limar condiciones laborales, veinte días antes de que finalice el plazo. Así se lo han “mandao”. Y, como bien mandaos, lo que usted diga, señor. ¿Se le ofrece algo más?. Sí. Tendremos que pensar que su señor se lo recompensará por muchos años, aunque, por cierto, a muchos y muchas ya no les queda casi ninguno de vida laboral. O igual, hasta ninguno. Ya sacaréis parecidos entre los decisores y los beneficiarios que igual os cuadran y hasta son ellos mismos. Es un ejercicio interesante que convendrá hacer.
Enfrente, estamos los que pensamos seguir y hemos de luchar porque cualquiera, el intermedio de turno, no le cambie la vida, de un día para otro y porque sí, a quien le toque cada vez. Hoy a tí y mañana a mí. Y los que hemos de seguir sufriendo, a diario, y como cada cual, estas condiciones. Las conocidas y las que nos aplicarán gracias a las firmas apresuradas y preconcedidas.
Justo en la víspera de la votación del Supremo que ha de devolvernos nuestro dinero del primer ERE del segundo semestre de 2013, necesitan tener noticia antes de ello. Si les sale bien, mejor pero…si no, con lo que se ahorran endiñándonos otro ERE nada menos que por otros dos años y medio, pues ya se lo cobran. Y les sobra además. Gran gestión sindicalera. Qué pena da.
En la última jornada, para ponerlo peor, la letrada dice que en Asturias hay hueco y que la gente sale normalmente de Cantabria. Ya no necesitamos oir más. Gloriosa declaración de intenciones. Pues tened claro que NO VA A SER CON NUESTRA FIRMA. COPÓN.
Resulta curioso que no se haya recogido por la parte social nuestra propuesta (que APECASYC sí la hizo) de limitar en lo posible la movilidad geográfica, que ha sido el mayor drama, por su aplicación parcial, después del último ERE. Proteger a colectivos para que no sean afectados, que se aplique sólo a oficinas y centros que se cierran y no a los que reciben negocio o plantilla, limitar a un número máximo de personas afectadas, definir su retorno y duración de su diáspora y algo tan sencillo como dejar la movilidad circunscrita al ámbito de cada Comunidad Autónoma. ¿A qué sindicato le puede chirriar poner coto a lo que ha sido un arma arrojadiza absurdamente entregada a la dirección?. Pues, como lo tenían ya todo hablado con el que manda, pues ni valorarlo, no se vaya a mover alguna coma. Luego, con decir que les engañaron, ya se apañan. Vergonzoso.
Ni excedencias temporales compensadas, ni reducción en edad de personal que pueda ser desvinculado, ni oferta para adherirse voluntariamente a reducciones de jornada, acumulada en días, para personas que así lo deseen, ni bajas incentivadas en condiciones normales de mercado, ni restricción de aplicación de medidas del ERE a colectivos más desfavorecidos, ni posibilidad de acumular en días las reducciones de jornada y salario, ni recuperación de medidas sociales que nos quitaron con la integración, como nuestro Fondo Seguro de Enfermedad, el que nos llevaron para siempre, ni garantía de que quien sea afectado por movilidad no lo vuelva a ser durante el ERE que acaban de firmarle a esta gente…
En fin, cuestiones de lógica que, además de acreditar nuestro afán de aportar y mejorar el expediente en lo posible, incluso aportando ahorros que es lo que busca quien convoca este proceso, permitirían a muchos compañeros y compañeras organizar su vida personal y familiar. Pero no. Como no forma parte de lo que tiene hablado, ni nos conviene que paarezca que lo consiguen otros _vaya mezquindad_ pues nada.
Eso sí: para dejar que le cambien la vida a quien menos se lo espere, a cualquiera de nosotros, sin limitar siquiera cuando dejan de ser posibles semejantes hachazos, para eso no estamos. Es que no les deja el jefe. El que manda en la empresa. ¿Pero es que hay alguien que mande a los sindicatos que no sean sus representados, sus compañeras y compañeros a los que se debe?. ¿O es que falta gallardía sindical?. Mirad: APECASYC no tiene el rabo de paja. Y por eso es libre. Aquí se defiende, sí con una estrategia propia, pero siempre a cara de perro y ante quien sea, al colectivo débil: a los trabajadores y trabajadoras. A quien nos sigue y, como siempre, y como siempre hemos querido que sea, también a quien no. Faltaría más.
Fieles a nuestra costumbre, no nos gusta nombrar, ni siquiera ahora, a unos o a otros. No es nuestro estilo. Ya lo harán los bieneducados de turno. Como no pudimos consentir, nobleza obliga, que se expulsara, por varios sindicatos, a compañeros de la mesa de negociación. Y mostramos nuestra disconformidad, ausentándonos en solidaridad, sin mirar quienes fueran, sino porque sólo faltaba que, entre iguales, diéramos por buenas estas actitudes. Echaríamos mil veces, de ganas, a la empresa, pero nunca a un representante de los compañeros, aunque pensemos radicalmente distinto. Eso nunca. Más categoria por favor.
Pero fieles a nuestra costumbre, lo hemos dado todo, otra vez, por lo que sabéis que es nuestra única motivación: la defensa de toda la plantilla con origen Caja Cantabria. Sin ganas de hacer la pelota sino de luchar, sin buscar nada a cambio y sin más afán que la pasión en la defensa de los que merecéis la pena. Que sois todas y todos.
Nos sentimos especialmente orgullosos de no haber acudido a compadrear, ni a pasar la mano, ni a dejarnos querer y sí a decir a la cara, a quien debe oirlo, que el drama que está creando a esta plantilla ni la perdonamos ni la olvidamos y que, además de ser capaces de aportar como el que más, estamos para combatirles, en su arrasadora huída hacia delante, mientras no nos demuestren humanidad y respeto a las personas.
Así que, cargados de dignidad, movidos por profundas convicciones y llenos de libertad a tu servicio, nos sentimos orgullosos de representar a la parte del banco que nació en Caja Cantabria, esa que sufre y se entrega a diario y junto a la que trabajamos también, codo con codo, en medio de semejante marea removida por unos y por los de enfrente, no siendo nunca éstos los compañeros, sino quienes les acechan.
Hoy, más que nunca, permítenos que entonemos, a modo de ánimo colectivo:
¡Viva la plantilla que ha aportado a esta banco Caja Cantabria!.
Unid@s siempre.
Un abrazo.
TUS COMPAÑERAS Y COMPAÑEROS DE APECASYC